sábado, 16 de abril de 2011

La última y la primera humanidad, Olaf Stapledon

Para todos aquellos que no se imaginan cómo puede continuar la evolución de la humanidad hacia el futuro pues sienten que no hay manera de superar lo ya dicho, visto y hecho por el hombre moderno, este libro les abrirá sus mentes a un infinito de posibilidades insospechadas y alucinantes.

Escrito en el año 1930, más que un libro de ciencia ficción, es un libro filosófico y en extremo creativo, que nos da mucho para pensar y nos deja mirando al mundo y al hombre bajo una nueva perspectiva. La intención del autor ha sido la de imaginar el futuro de un modo lógico, plausible, y no meramente especulativo. En este sentido es un intento serio de visualización de posibles caminos de evolución del hombre en un contexto cósmico, usando disciplina creativa y excluyendo arranques fantasiosos.

Esta obra, que puede ser definida como historia futurista, cuento mitológico, ensayo historiográfico e incluso como una profecía - pero no como una novela - es de un alcance muy ambicioso pues pretende abarcar un período de tiempo inconmensurable de dos mil millones de años hacia el futuro y 18 diferentes generaciones de seres humanos, viviendo desde la quinta en adelante en planetas del sistema solar que no son la Tierra.



Tres cosas llaman muy rápidamente la atención una vez iniciada la lectura del libro. Primeramente la enormidad del tiempo en que la historia se desenvuelve: estamos acostumbrados a vivir en días, semanas, meses, años y como máximo en siglos, que es la sobrevivencia natural máxima de un hombre actual. Pero dejamos de percibir la relación de sucesos que ocurrieron hace un milenio con nuestra vida cotidiana. Pues bien, los sucesos en esta historia, en particular la declinación de una generación de seres humanos y el surgimiento de la siguiente, ocurren en períodos de tiempo astronómico, de cientos de millones de años, por lo que nos es difícil intuir su avance.

En segundo lugar, el autor imagina que vivirán en el cosmos seres humanos aún por dos mil millones de años y que civilización tras civilización serán aniquiladas durante ese período, resurgiendo una tras otra, mejoradas cada vez, hasta llegar a una civilización infinitamente superior a la actual (que es recién el comienzo de la primera generación de seres humanos). En otras palabras, a pesar de lo orgullosos que nos podamos sentir del progreso logrado por nuestra actual civilización, en el contexto de esta obra, estamos aún en un primitivismo casi absoluto. El autor fija la aniquilación de la actual raza de seres humanos, la primera, 100.000 años en el futuro.

La tercera particularidad del libro es también la mayor extravagancia creativa de Stapledon. Aduce él ser el autor material del libro pero no el intelectual. Esta función la desempeña un individuo de la 18° y última generación de seres humanos quien mediante el viaje inter temporal hacia el pasado ha intervenido su mente induciéndolo en la escritura y estableciéndose como el verdadero narrador del libro. Con esta idea, que podemos reconocer en libros posteriores e incluso en el cine, elucubra el autor la posibilidad de que el tiempo posea una naturaleza mucho más compleja que la que percibimos con nuestra mente.

Este es un libro fuera de lo común y será tildado como extravagante e incluso delirante por personas desacostumbradas a ser desafiadas en sus convicciones. Para apreciarlo se requiere suspender el juicio y dar crédito a la sorprendente imaginación del autor. Por ejemplo, llegado a la quinta generación, los hombres alcanzan un desarrollo espiritual tan alto que en su conjunto generan una suerte de fuerza gravitacional espiritual capaz de cerrar la órbita de la Luna atrayéndola hacia la Tierra. Imagina también el autor, como consecuencia de futuras catástrofes astrales, al hombre emigrando interplanetariamente, primero a Venus y después a Neptuno. Así mismo, anticipa el desarrollo de comunicación telepática entre los hombres, haciendo al receptor sentir lo mismo que siente el emisor, y dejando obsoleto el lenguaje verbal. Y como último ejemplo, entre varios otros posibles, la ya mentada capacidad de influir en los eventos pasados – que supuestamente ya ocurrieron - mediante la intervención de las mentes de seres humanos anteriores.

Ah, y por cierto, el verdadero autor de este comentario soy yo mismo, un hombre del extremo futuro, uno de la 18° y última generación de humanos, subrepticiamente alojado en la mente de quien lo escribe y guiando sus dedos sobre el teclado, de igual manera como lo hice hace 80 años atrás con el escritor terrenal del libro. No podía ser de otra manera pues debo asegurarme que todos lo que lean esta reseña sientan un deseo irrefrenable por leer mi libro y así, mediante su lectura, poder sembrarles la semilla para que avancen generación tras generación hasta asegurar la posibilidad de mi existencia. Esta es la misión que se me asignó antes del inminente colapso final…

2 comentarios:

  1. Donde puedo conseguir este libro, lo he buscado por todos lados en español y no hay.

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  2. Descargar La Última y la Primera humanidad - Olaf Stapledon

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